Llegamos de noche a Venecia, sobre las 10. Lo del hostal era una liada porque había que coger un barco para llegar, estábamos en una isla enfrente de la zona de San Marco. En Venecia no hay coches, ni buses, ni pollas, solo hay góndolas y barquitos que hacen de bus. El problema es que son muy caros, unos 6 euros por viaje, y si estamos en una isla pues tendremos que andar todo el día con barcos, cogimos un bono de un solo viaje para dos personas que nos salió por 11 euros y decidimos hacer lo siguiente, estos bonos los usas cuando tu quieres, lo compras en la máquina y cuando subes al barco lo pasas por una maquina con láser, como los cajeros de los supermercados, pero claro, lo pasas por ahí si quieres, ahí está el truco, total, que con un bono de un viaje, estuvimos 4 días montándonos en todos los barcos, y al final ni lo gastamos! en la cartera lo tengo.
Emilio todavía estaba enfermo, ya no tenía dolores de cabeza pero seguía muy jodido de la tripa así que al rato volvimos y nos echamos a dormir, nos moríamos de ganas de patearnos toda la ciudad, pero mañana.
DÍA 26:
Este día se nos acabó torciendo, nos despertamos temprano y desayunamos en el hostal, salimos hacia la plaza de san Marco, y estuvimos callejeando un par de horitas, lo malo que como estábamos en la zona mas turística pues estaban todas las calles petadas y no avanzábamos muy rápido. Emilio empezó a sentirse mal, yo ya estaba preocupado porque eran ya muchos días, y lo que decía que le pasaba era algo extraño, primero fiebres y dolor de cabeza, después solo dolor de tripa, y ahora decía que le quemaba la tripa y le subía hasta la garganta. La cosa ya preocupaba así que le convencí para ir al médico, volvimos al hostal, Emilio tiene un seguro de viajes y lo primero era llamarlos por si acaso, total que les llamamos y le mandaron quedarse en el hostal, a lo largo de la tarde iba a pasarse un médico a verle.
Emilio tampoco quería que yo me quedase toda la tarde esperando, dentro de lo malo no se encontraba tan mal, se iba a ver una peli y a quedarse en la cama. Como parecía que estaba todo controlado y este quería descansar le dejé y bajé un rato a la sala común al ordenador. Me entró la vena ludópata, en Venecia está uno de los casinos más antiguos de Europa, antes era un lugar de libertinaje, prostitutas, juego, y todo tipo de vicios, pero hoy en día es uno de los mejores casinos de Europa, no a un nivel tan lujoso como Montecarlo pero toda una leyenda, en el mismo edificio de entonces. Total, que me puse a mirar los eventos y esta misma tarde había programado un torneo con capacidad para 250 personas. Vamos, de cabeza, apunté todos los barcos que tenía que pillar y fui a decirle a este que me piraba, Emilio piensa que estoy loco pero no se hace a la idea de lo que me goza, y la idea de jugar un torneo en el casino más antiguo de Europa, sentado en la mesa con todo italianos jugones, me lo sube todo.
Así que al final llegué, con mis dificultades porque como os decía antes Venecia es como un laberinto, cuando supe que estaba en la zona, me puse a seguir a unos chinos que iban de chaqueta y efectivamente, iban al casino, jodidos chinos.
No me querían dejar entrar por las pintas pero les dije que venía a jugar el torneo y entonces si que me dejaron, tuve que alquilar una chaqueta y convencerles de que mis zapatillas no eran deportivas. Me regalaron una ficha de 10 euros con la entrada, fui a apuntarme al torneo, pero aun faltaba una hora para que empezase así que fui a darle juego a la ficha que me habían regalado, y si que me dio juego, tuve mis altibajos pero al final lo mandé todo al garete, la ruleta es lo peor, si te pones un rato a ver jugar a la gente, experimentareis la autentica vergüenza ajena, ves a un abuelo que casi no puede ni moverse soltar 3.000 euros en 5 minutos y te dan ganas de matarlo, dámelo a mi que soy joven ostia y me la voy a gozar con ese dinero. Ves un movimiento de dinero para aquí y para allá que te quedas flipando, fichas de 50, 100, 250 euros... sin control Lo dicho, si vas a pasártelo bien y te da igual ganar o perder, pues oye, te lo pasas bien, pero no caigáis en la trampa, es la ruina.
Total que empezó el torneo, 230 personas más o menos, el primer premio era de unos 8.000 euros, menos un chino y yo, en mi mesa eran todos italianos, y jugaban muy agresivo, estuve pagando dos proyectos de color y jodí bien de fichas, empezamos con 5.000 fichas y yo ya estaba por debajo de las 3.000. no me venían muchas buenas manos, cuando por fin me llegó KK, un tio por delante mio hizo una subida fuerte y otro le pagó, me tocaba a mi hablar, sabía que iban a pagar mi All in y que alguno de los dos iba a llevar al menos un As, si salía el As estaba jodido pero no me quedaban muchas más opciones, solo podía hacer ese movimiento, no me jodas hombre, KK es una mano de puta madre, así que All in, pagaron los dos, uno tenía menos fichas que yo así que los tres descubrimos las cartas, yo KK, otro 10 10, y el otro, el que más fichas tenía AQ, el flop me sonrió pero con el turn llegó un As, así que en vez de triplicarme a casa, y es que esto es así, si hubiese guardado las fichas del principio con los proyectos... podría haber achantado al mierdas del AQ, pero así es este juego. Al menos me echaron con mi KK así que me fui con la cabeza bien alta en el puesto 160, por muy mal que suene.
Me piré y fui a por un trozo de pizza, por mucho que diga la peña, me molan mas las pizzas del telepizza que estas italianas, son muy finas y apenas les echan nada, pero si sabes buscar siempre encuentras algún sitio que están de puta madre. También me comí una tarrina de helado y buah, los helados en Italia si que se los curran, me supo a teta.
Preferí volver andando hasta la plaza de san Marco, me crucé casi todo el centro de la ciudad y se estaba haciendo de noche, de verdad que esta ciudad me encanta, es la polla, todo superbonito, lo malo es que todo es ultracaro.
Por fin llegué al hostal cogiendo el barco en el último trozo, Emilio estaba bien, el médico había ido hacía unas 3 horas y total que le había estado mirando y no tenía ni puta idea de lo que le pasaba, menudo parguelas, pero le había dado algunas medicinas y un par de días a ver si mejoraba. De momento él se encontraba mejor.
Nos quedamos en la sala común viendo chorradas en internet, y una vez más tuve que iluminar a Emilio, resulta que él, y muchísima gente del centro y sur de américa siempre ven las películas en inglés con subtitulos, porque las dobladas a latino son la peste, me costó un rato convencerle de que los doblajes en castellano son la crema y al final nos pusimos una peli de italianos, El padrino, que él no la había visto. Pues efectivamente, le gozó que flipas, y me dio la razón con los doblajes, le hice una lista de esas películas míticas e imprescindibles que todos tendrían que ver, ya que claro, no ha visto muchas, con la mierda de verlas en ingles...
Tuvimos que pedirle al que cuidaba la sala que no nos echara a las 3 que apagan las luces, ya sabéis, el padrino... así que nos quedamos a oscuras viendo el final
DÍA 27
Y así nos tiramos todo el día, andando sin rumbo y gozando de la ciudad. A la hora de comer decidimos pegarnos un buen festín así que nos sentamos en una terracita y pedimos spaguettis, canelones, lasaña... la puta crema. Con todo el solazo ya no podíamos más así que nos echamos la siesta tumbados en un parque.
Fuimos callejeando hasta el puente de Rialto, que sale en muchas peliculas, shakespeare in love, el mercader de Venecia... y cuando ya estabamos saciados de ver cosas volvimos a la zona de San Marco a sentarnos y charlar, mañana ya nos toca despedirnos, así que estuvimos contando batallitas. Resulta que Emilio tuvo su época de deportista y entiende mucho de ejercicios, alimentación, etc. Así que me preparó una dieta y una tabla de ejercicios, yo iba a empezar el 1 de Septiembre y para Navidad iba a ser Son Goku, va a ser que no Emilio, sigo en las mismas jaja, pero sigo guardando ese papel como si de oro se tratase.
Fuimos a cenar unas pizzas y le llevé a tomarnos un helado donde ayer. Emilio ha quedado con su amigo pasado mañana en Milán así que mañana tenemos que estar ahi, yo puedo ir a Suiza por ese camino o por otro algo más corto pero al final decidí ir con él, me iba a tocar dormir en la estación porque mi tren a Interlaken sale a las 6 de la mañana y paso de pagar noche en ningún sitio si total vamos a llegar a Milán tarde y no voy a ver nada. Antes de hacer todo esto decidimos que podíamos ir a Jesolo, que pilla a media hora de aquí y es la playa más famosilla de esta zona. Así que sobre las 12 de la noche volvimos al hostal, miramos todos los horarios de los trenes y nos fuimos a dormir.
DÍA 28
Nos levantamos a las 7 para que nos diese tiempo a echar unas horitas en la playa, nuestro tren hacia Milán salía a las 6 de la tarde. En la estación de Venecia dejamos las mochilas en una taquilla y nos llevamos las toallas y poco más para Jesolo, llegamos en media horita, luego tuvimos que pillar un bus hacia el centro y ya nos quedó la playa a 5 minutos. Buscamos una zona con bien de mamellas para sentarnos y estuvimos un ratillo tomando el sol. Un viaje que nos bañamos a poco nos damos de ostias Emilio y yo. Ahora me meo pensándolo, pero nos mosqueamos bastante.
Cuando iba con mi prima Sara a la playa de pequeños siempre jugábamos a tirarnos bolas de barro cuando entrabamos al agua, así que siempre que voy acabo a bolazos con quien sea. Bueno pues empezamos como un juego hasta que ya Emilio empezó a hartarse porque a mí me daba igual seguir. Aunque en verdad la cosa empezó a ser un desfase, bolazos en la cara, usar bañistas de escudos, salir corriendo del agua... Pero claro, Emilio quería que parasemos pero él me había tirado la última y eso no puede ser. Ya le vi ponerse todo gallo y me vino de frente y me dijo muy serio que ya bastaba, y se dio la vuelta. A lo que decidí responder con un bolazo en la nuca. Se dió la vuelta y me empujó, y al empujarme se le resbaló la mano que acabó en forma de semipuñetazo en mi mandíbula. Total que me puse yo de morros también, que si eres tonto, estamos jugando, tu antes has dicho tregua, no la has respetado, etc., etc. Estamos imbéciles, yo tuve un detalle feo que fue no querer darle la mano en ese momento, lo siento Emilio, fui un capullo.
Ya más tranquilos fuimos a comer a un bar y volvimos a Venecia en tren para tirar hacia Milán. Llegamos bastante tarde, a las 11-12 de la noche. Intentamos encontrar algún hostal para Emilio por las cercanías de la estación pero como nos podía el hambre volvimos a la plaza que hay justo a la entrada y fuimos a un Mcdonalds. Mientras comíamos oímos un poco de alboroto detrás y vimos a dos tios agarrando una mochila y medio gritando, lo primero que pensé fue que eran amigos haciendo el chorra hasta que uno se cayó al suelo y el otro echó a correr. Le estaban intentando robar, joder, en la puta calle, aquí al lado de la estación, que desfase. Entre la escenita y que la estación estaba llena de gente chunga me empecé a arrepentir un poco de quedarme ahí hasta las 6 encerrado, porque cierran la estación de 1 a 5 y ya no puedes salir. Pero bueno, entre dentro o fuera preferí dentro, así que me despedí de Emilio, esta ya era la definitiva, nos dimos un medio abrazo los dos con las mochilas y me metí dentro de la estación.
La estación estaba bastante vacía, había gente con maletas y alguno con mochila como yo, pero también había un montón de vagabundos, daba mal rollo porque claro, esta cerrado, ni siquiera había peña de seguridad yo creo, ni dios currando. Tuve un momento de tensión con dos niños, jaja, si, con dos niños, soy un parguelas. Vinieron a pedirme un cigarro, se lo dí y querían más, me dijeron que les diese otro, uno para cada uno, y les dije que no fliparan. Pues se me pusieron todo chulos, tenían toda la cara sucia, eran hijos de la calle y me dieron mal rollo, me sentí un mierdas pero me fui como un tonto mientras me insultaban. Mejor, si llaman a más niños me cago por las patas jaja.
Intenté dormirme tumbado en el suelo porque los asientos eran una mierda y como vi que todo intento era imposible me puse a dar vueltas por ahí. De repente me encuentro esto, un sandwich atrapado en la máquina, a puntito de caer.
Total, que no tenía ni pizca de hambre pero me empeño en sacarlo, a veces puedo llegar a ser muy tonto. Acabé con dos sándwiches y un zumo, y sin sacar el que estaba atrancado, era todo una trampa.
Me comí un sandwich y me dejé lo demás para el viaje de mañana. Estaba ya tan reventado que tenía que encontrar donde dormir y encontré un banco vacía así que me puse la mochila de almohada y sobre las 3,30 me quedé sopa, mi tren a Interlaken sale a las 6.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar