Me desperté a las 5 de la mañana y me di una ducha, mi barco salía a las 6 dirección Rijeka. Me despedí de la isla y sobre las 8 ya estaba de nuevo en tierra. Mi tren hacia Ljubljana no salía hasta las 12. Fui andando hasta la estación de tren y busqué un buen sitio para la espera. Estaba desierto, al poco rato llegó un chaval que llevaba un longboard, se sentó en la otra punta y se puso a sacar un montón de mapas. Un viaje que salí a echarme un cigarro me siguió afuera y me pidió uno por señas pero le escuché que decía en voz baja: ¿piti?
Que soy español! le dije. La verdad que nos cantaba a la legua a los dos pero no habíamos caído. Joder, resulta que venía de Novalja también, y que había llegado a la isla en el mismo barco que yo. Que mala pata porque nos caímos bastante bien. Os voy a contar un poco su locura. Era de Barcelona, tenía 20 años, pero llevaba unas barbas que al principio a mi me pareció mas mayor que yo y era así un poco perroflauta. Resulta que se estaba haciendo un interrail de 22 días él solo con su longboard y lo cojonudo era que solo había salido de casa con 200 euros y no tenía tarjetas de crédito ni nada, y le pregunté y tampoco tarjeta sanitaria europea ni nada de nada vaya, no quise rayarle la cabeza, pero este tío coge, se pega un ostión con su patinete y se abre la cabeza y ahí se queda desangrado, porque sin tarjeta de crédito, y sin sanidad europea, vas dado, o a lo mejor le sale la gracia al final por una millonada, llamar a la embajada y tol copón, madre mía, muy bohemio y lo que tu quieras, pero vaya, que hay que tener un poco mas de cabeza.
Pues nada, el tío salió de casa con 200 euros, para que veáis que hay interrailes para todos los gustos. Nunca dormía en camping ni hostal, siempre en parques o estaciones, no era muy amigo de las duchas y para comer lo que hacía era ir al supermercado, comprar una lata y robar 8. Le faltaba una semana y aquí estaba, seguía vivo pero no había echo bien sus cálculos, le quedaba una semana aún de viaje y solo le quedaban ya 20 euros, aunque la verdad, no parecía importarle. A mi me parecía todo de locos pero he de reconocer que me picó bastante el gusanillo, tiene que molar al fin y al cabo, ir tan de tirado.
En Novalja había estado durmiendo en la playa, cuando se iba por ahí escondía la mochila en unos arbustos. Imaginad por un momento que te roban, pues nada, en bañador hasta Zagreb, a la embajada española a decir que te han robado y que te presten dinero para volver a casa, en metálico claro, porque como vas sin tarjeta... y el tío también iba sin móvil. Es que me quedo loco, pero bueno, que por otro lado ole sus cojones, recuerdo que se apuntó la dirección de mi blog, "ole tus huevos tío, que sepas que en verdad te admiro y espero que acabase bien el viaje".
Estuvimos un rato hablando del viaje, el también llevaba un diario y había hecho un montón de fotos, ahora él iba a Venecia y a recorrer lo que le quedaba de viaje por Italia hasta no se que pueblo donde había un barco hasta Barcelona que si que entraba en el interrail.
Fui al baño, había que salir a los andenes y a mitad de camino, sorpresa, me encontré sentado en un banco a Boca, el chavalín de Italia que conocí el primer día en París. Me alegré un montón de verle, me acompañó a mear y vino adentro donde estábamos sentaos el catalán y yo. Les presenté y me estuvo contando sus aventuras, volvía ya para casa, ya habían pasado sus 22 días, como me alegro de haberme ido un mes entero.
Había echo casi todo el viaje solo, salvo 3 días que se juntó en Budapest con unos hippies en un tren que le invitaron a un montón de yerba. En Croacia solo se había quedado aquí en Rijeka y resulta que ayer triunfó el cabrón y se había llevado a una alemana a la cama, estaba todo contento. Mi amigo catalán no tenía ni zorra de inglés así que yo estaba que no paraba traduciendo a uno y a otro todo el rato.
A las 12 subimos al tren, menos mal que Boca tenía un montón de comida, porque estábamos los dos muertos de hambre, yo tenía cero money hasta que llegásemos a otro país y el pobre catalán solo iba a abrir la cartera en situación de vida o muerte, muy catalán. Así que nos pegamos un festival de galletas y pringles por gentileza del italiano que en unas horas estaría de nuevo en el calor de su hogar. Boca tenía un método para fumar en el tren que no me molaba un pelo. Lo que hicimos fue ir a donde se juntan dos vagones y ponernos a fumar ahí en medio del pasillo, vigilando por el cristal los dos vagones y si venía alguien a correr. Según me dijo así hacía siempre, joder, menuda fusta. Lo mas coten es entrar en el baño, si tiene ventana pues de puta madre y si no, todos los baños tienen unas rendijas por las que sale el aire, es un baño, tiene que tener ventilación, pues arrimas todo el rato ahí el cigarro y el humo lo echas en esa dirección, y tan tranquilamente, sentado y lo que quieras. Total que de los dos cigarros que nos fumamos con su método salimos por patas en los dos.
El catalán y Boca se bajaban en el mismo sitio, antes que yo, donde hacían trasbordo hacia Italia, pues perdieron el tren porque justo en una frontera el tren estuvo parado cerca de media hora y ellos tenían que hacer el cambio muy justos de tiempo, total que llegaron a su parada media hora tarde, nos despedimos y cuando ya estaban casi en la puerta del tren, coge el tren y empieza a andar, escuché un EY EY EYY y salí al pasillo, justo a tiempo para verles saltar y rodar por los suelos, que coten, les vi levantarse y darse un abrazo celebrándolo.
Yo --------- Boca (Italiano) ------ Catalán "20 euros/una semana" |
El resto del camino lo pasé escribiendo y mas o menos a las 5 de la tarde llegué a la capital de Eslovenia, Ljubljana, nunca sé si lo escribo bien, pero creo que es así. Una ciudad no muy grande, la verdad no tiene muchas cosas para ver, los precios siguen en la línea de esta zona, algo más caro, pero seguimos más o menos en un 30% mas barato que España. Lo que más gracia me hace de esta ciudad es su historia, resulta que esta ciudad se fundó cuando dieron caza aquí a un dragón, que es el símbolo del escudo de la ciudad. ¿Que mierdas es esto? Pero bueno, ellos sabrán. Un montón de estatuas de dragones, bueno al fin y al cabo no es un mal sitio para pasar un día o dos, la ciudad es bonita.
Lo primero que hice fue buscar un cajero y comerme unos tallarines de un chino que era lo más cerca que tenía, me das un perro y me lo como también. Luego volví sobre mis pasos porque no tenía ni idea de llegar al hostal, Emilio ya lo había reservado en internet para los dos, por lo que me dijo él llegaría sobre las 7 pero no creo que hubiese ningún problema. Entré en la oficina de turismo de la estación, me dieron un mapa y me señalaron donde estaba el hostal, pillaba lejillos, pero era superfácil llegar.
Era un hostal bastante tranquilo, cuando llegué no se veia ni un alma, solo la chica de recepción y un chaval que estaba sentado leyendo el periódico. Le expliqué que era amigo de Emilio y me acompañó a la habitación. Dejé todas mis cosas y bajé a la sala común. El chaval era amigo de la de recepción, me tomé con él un café que era gratis y salimos a echar un pitillo a la terraza, al poco rato llegó Emilio. Estaba más jodido que la ostia, había pillado algún virus por Eslovaquia. Se fue a arreglar la reserva y dejar sus cosas y vino con nosotros, como también vino la de recepción y empezó a hablar con su amigo nosotros nos piramos.
Nos estuvimos contando nuestras aventurillas y le dí un febrectal y un ibuprofeno a ver si se le pasaba, estaba bien jodido así que se echó a dormir. Aproveché y fui al supermercado para hacer una cena sana, me salen las pizzas por las orejas. Compré fruta y cosillas para hacer una ensalada de pollo y ya me dí una vueltilla por la zona. Sobre las 10 cenamos y entre que Emilio estaba echo mierda y que no paraba de llover nos quedamos en el hostal, haciendo el capullo en los ordenadores y me descubrió el siguiente vídeo:
SÁBADO
Sigue lloviendo y Emilio sigue echo una mierda, o peor aun, ahora aparte de fiebre y dolor de cabeza tiene también jodido el estómago. Como vengo bien cargado de medicinas se tomó un buen cóctel pero entre una cosa y la otra no hicimos nada en todo el día. Como veiamos que no nos ibamos a mover estuvimos planeando algo coten para mañana y frikeando en internet encontramos un sitio muy guapo. Es un lago que está a una hora y media de aquí, el tren nos deja en un pueblo a 3 kilómetros y resulta que en medio del lago hay una isla donde hay una iglesia, podemos alquilar un barco de remos y llegar a la isla. Así que planeamos todo, teníamos que madrugar para pillar el tren, estar por allí unas tres horas, volver aquí y pillar otro tren por la tarde hasta Venecia.
DOMINGO
Nos despertamos ultrapronto, a las 7 de la mañana, preparamos las mochilas y las dejamos en la sala común a buen recaudo para cuando volviésemos del lago.
En la terraza del hotel había gente desayunando, era un hotel de superlujo, nos acercamos un momento y se nos caían las babas, millón de donuts, yogures, gelatinas, patés, quesos, zumos, le preguntamos a una de las chicas que había sirviendo cuanto costaba desayunar si no eramos del hotel y nos dijo que 18 euros, ya nos asustamos y más aun cuando dijo que 18 euros cada uno. Le preguntamos por un café y nos dijo que esperásemos un momento, se dio la vuelta, miró un poco alrededor y nos dijo que nos acercaríamos así con cuidado hasta una mesita de la terraza, nos sentamos y nos dijo que podíamos coger lo que quisieramos, pero que no llamásemos la atención, buah, que coten de vida, nos pusimos hasta el culo. Zumos, yogur gigante, batido de frutas, sandwich de jamón y queso, tostadas con filadelfia, café...
Empecé a remar yo y casi tenemos un accidente con uno de los remeros grandes, se veía a lo lejos que nos ibamos a cruzar pero joder, yo iba antes así que me puse a remar a toda ostia pero que va, al final les hice parar, porque me quedé parado en medio de su camino dando vueltas como un anormal, y toda la gente mirando, fué la mofa.
Llegamos justo cuando empezaba a chispear, habíamos tardado casi dos horas pero como no estaba el encargado nos fuimos rápido antes de que nos dijera lo de los 5 pavos más. Llamamos al taxista y volvimos para el pueblo, de ahí a la capital otra vez a por las mochilas y muy justitos de tiempo llegamos a la estación a coger nuestro tren, rumbo a Venecia.
Gracias por vuestro tiempo y FELIZ AÑO NUEVO!
vamos morenoooo escribe no empieces a flojear!! jejeje
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