Nos levantamos sobre las 12 y fuimos a desayunar. Teníamos que dejar libres las camas así que recogimos todo y dejamos las mochilas en una habitación.
No sabíamos muy bien que más ver de Praga así que fuimos a lo facilillo y volvimos al centro, a la zona de la plaza. Ya no nos quedaba plata como dice Emilio, así que cambiamos un poquillo en un Western Union, para cuando nos dimos cuenta del timo era demasiado tarde, nunca, nunca, cambieis dinero aquí ni en las estaciones de tren, son unos guarros, se les va de las manos.
Estuvimos andando sin rumbo, llegamos a la calle de las tiendas que vi el primer dia y propuse comer en el Kentucky. Ya sabia yo que a los sudamericanos les flipa. Había uno cerca, al llegar me sonaba un huevo, como si habría soñado antes con el. Fua, era el Kentucky del dia de la absenta, vaya palo, no me lo explicaba, estabamos ultralejos de la discoteca, que cojones hice...
Mejor no pensar en ello, seguimos enteros para contarlo. Aqui tambien te podias recargar la cocacola cuanto quisieras. Que coten es Praga joder.
Emilio estaba empeñado en ir a ver un edificio extraño asi como futurista, yo le quería regalar una postal pero al final tuvimos que ir. Lo sabía, es una puta fusta. Es mas bonita una papelera, acabamos echando fotos a los bloques de pisos de alrededor.
Estabamos baldaos asi que volvimos al hostal. Cartel a la vista. Barbacoa gratis a las 6 de la tarde, que coten, estabamos llenos, pero gratis es gratis. El tio que se encargaba de hacerla no tenia ni idea asi que como eramos los unicos que andabamos al acecho le estuvimos ayudando. Eran solamente una especie de salchichas gigantes y pan para hacerse bocatas pero nos comimos 3 o 4, el tio nos invitó a una cerveza por ayudarle, nos confesó que era su primera barbacoa, ay majo, vente para España que ibas a gozar.
Teniamos que coger el tren a Krakovia asi que recogimos los bartulos y nos despedimos de los navarros que estaban en la terraza. De camino a la estación nos encontramos tambien a 4 australianos, iba con ellos la que me vio en pelotas y el que desayuna cerveza. Un par de abrazos y seguimos tirando, me alegré de no volver a ver a la que me vio en pelotas, que palo joder.Cuando llegó el tren daban ganas de pensarselo, menuda ruina. El ruido que hizo al frenar tuvo que oirse en todo Praga. En nuestro compartimento habia dos tios que daban un mal rollo de la ostia. Uno era gigante, con cara de criminal de guerra serbio y el otro era palido, muy flaco con la cara chupada y coleta, mirada asesina parecia un vampiro. Iban todo el rato hablando en hebreo, maldita sea, seguro que son vendedores de organos. No habia aire acondicionado, nada mas entrar empezamos a sudar como putas. eso sí, había ventano pero solo tenia dos posiciones, abierta o cerrada. Abierta se bajaba hasta abajo y parecia que ibamos a salir todos volando, aparte de que Dimitri y compañia nos miraban con odio. Al final nos las apañamos para dejar pillada la cortina, porque aparte de que eso era una sauna olia a perro muerto que flipas.
Vaya coten de tren joder, el maquinista era un fiera, cuando frenaba, frenaba en seco, ahi con dos cojones todo el rato, una vez casi me caigo. El resto del tiempo era como ir en la Estampida del Port Aventura. Fué un viaje jodido, estabamos muy incomodos, la cabeza no habia donde apoyarla, si te caes encima de Dimitri mal rollito primo y el tren hacia un ruido de la ostia. Las estaciones donde paraba el tren daban casi mas mala espina que nuestros compis de vagon. No vuelvo a coger un tren nocturno sin cama ni de coña es lo peor, pero eso sí, veías por los pasillos a los que no tenían reserva y eso si que es jarri de cojones, así que si vais a Krakovia algún día, no os durmáis en los laureles y a reservar.
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